Mayo del 68 visto con ojos de hoy
por Slavoj Zizek
Lo utópico es pensar que el actual sistema capitalista puede reproducirse de forma indefinida. La catástrofe se avecina. De ahí la actualidad de la consigna de Mayo del 68: "Seamos realistas, pidamos lo imposible".
Uno de los graffiti que aparecieron en los muros de París en Mayo del 68 decía: "¡Las estructuras no andan por la calle!". Pero la respuesta de Jacques Lacan fue que eso era precisamente lo que había ocurrido en 1968: las estructuras salieron a la calle. Los sucesos más visibles y explosivos fueron la consecuencia de un desequilibrio estructural, el paso de una forma de dominación a otra, en términos de Lacan, del discurso del amo al discurso de la universidad.
De la liberación sexual de los sesenta ha sobrevivido el hedonismo tolerante cómodamente incorporado a nuestra ideología hegemónica: hoy, no sólo se permite, sino que se ordena disfrutar del sexo, y las personas que no lo logran se sienten culpables. El impulso de buscar formas radicales de disfrute (mediante experimentos sexuales y drogas u otros métodos para provocar un trance) surgió en un momento político concreto: cuando "el espíritu del 68" estaba agotando su potencial político. En ese momento crítico (a mediados de los setenta), la única opción que quedó fue un empuje directo y brutal hacia lo real, que asumió tres formas fundamentales: la búsqueda de formas extremas de disfrute sexual, el giro hacia la realidad de una experiencia interior (misticismo oriental) y el terrorismo político de izquierdas (Fracción del Ejército Rojo en Alemania, Brigadas Rojas en Italia, etcétera). La apuesta del terrorismo político de izquierdas era que, en una época en la que las masas están inmersas en el sueño ideológico del capitalismo, la crítica normal de la ideología ya no sirve, así que lo único que puede despertarlas es el recurso a la cruda realidad de la violencia directa, l'action directe.
Recordemos el reto de Lacan a los estudiantes que se manifestaban: "Como revolucionarios, sois unos histéricos en busca de un nuevo amo. Y lo tendréis". Y lo tuvimos, disfrazado del amo "permisivo" posmoderno cuyo dominio es aún mayor porque es menos visible. Aunque no hay duda de que esa transición fue acompañada de muchos cambios positivos -baste con mencionar las nuevas libertades y el acceso a puestos de poder para las mujeres-, no hay más remedio que insistir en la pregunta crucial: ¿tal vez fue ese paso de un "espíritu del capitalismo" a otro lo único que realmente sucedió en el 68, y todo el ebrio entusiasmo de la libertad no fue más que un modo de sustituir una forma de dominación por otra?
Muchos elementos indican que las cosas no son tan sencillas. Si observamos nuestra situación desde la perspectiva del 68, debemos recordar su verdadero legado: el 68 fue, en esencia, un rechazo al sistema liberal-capitalista, un no a todo él. Es fácil reírse de la idea del fin de la historia de Fukuyama, pero la mayoría, hoy día, es fukuyamaísta: se acepta que el capitalismo liberal-democrático es la fórmula definitiva para la mejor sociedad posible y que lo único que se puede hacer es lograr que sea más justa y tolerante. La única pregunta que cuenta hoy es: ¿respaldamos esta naturalización del capitalismo, o el capitalismo globalizado actual contiene antagonismos lo suficientemente fuertes como para impedir su reproducción indefinida?
Dichos antagonismos son (por lo menos) cuatro: la amenaza inminente de la catástrofe ecológica; lo inadecuado de la propiedad privada para la llamada "propiedad intelectual"; las implicaciones socio-éticas de los nuevos avances tecnocientíficos (sobre todo en biogenética); y las nuevas formas de apartheid, los nuevos muros y guetos. El 11 de septiembre de 2001, cayeron las Torres Gemelas; 12 años antes, el 9 de noviembre de 1989, cayó el Muro de Berlín. El 9 de noviembre anunció los "felices noventa", el sueño del "fin de la historia" de Fukuyama, la convicción de que la democracia liberal había ganado, de que la búsqueda se había terminado, de que la llegada de una comunidad mundial estaba a la vuelta de la esquina, de que los obstáculos a ese final feliz digno de Hollywood eran meramente empíricos y contingentes (bolsas locales de resistencia cuyos líderes no habían comprendido aún que había pasado su hora). Por el contrario, el 11-S es el gran símbolo del fin de los felices noventa de Clinton, el símbolo de la era que se avecina, en la que aparecen nuevos muros en todas partes, entre Israel y Cisjordania, alrededor de la Unión Europea, en la frontera entre Estados Unidos y México.
Los tres primeros antagonismos antes citados afectan a los elementos que Michael Hardt y Toni Negri denominan "comunes", la sustancia común de nuestro ser social, cuya privatización es un acto violento al que hay que resistirse por todos los medios, incluso violentos, si es necesario. Son los elementos comunes de la naturaleza externa, amenazados por la contaminación y la explotación (el petróleo, los bosques, el hábitat natural); los elementos comunes de la naturaleza interna (la herencia biogenética de la humanidad), y los elementos comunes de la cultura, las formas inmediatamente socializadas de capital "cognitivo", sobre todo el lenguaje, nuestro medio de comunicación y educación, pero también las infraestructuras comunes del transporte público, la electricidad, el correo, etcétera.
Si se hubiera permitido el monopolio a Bill Gates, nos encontraríamos en la absurda situación de que un individuo concreto poseyera literalmente todo el tejido de software de nuestra red esencial de comunicación. Lo que estamos comprendiendo de manera gradual son las posibilidades destructivas, hasta la autoaniquilación de la propia humanidad, que se harán realidad si se da carta blanca a la lógica capitalista de encerrar esos elementos comunes. Nicholas Stern tiene razón al caracterizar la crisis climática como "el mayor fracaso de mercado de la historia humana". ¿Acaso la necesidad de establecer el espacio para una acción política mundial que sea capaz de neutralizar y canalizar los mecanismos de mercado no sustituye a una perspectiva propiamente comunista? Así, la referencia a los "elementos comunes" justifica la resurrección de la idea de comunismo: nos permite ver el "encerramiento" progresivo de esos elementos comunes como proceso de proletarización de quienes, con él, quedan excluidos de su propia sustancia.
Así, en contraste con la imagen clásica de los proletarios que no tienen "nada que perder más que sus cadenas", todos corremos el peligro de perderlo todo; la amenaza es que nos veamos reducidos a vacíos sujetos cartesianos abstractos, carentes de todo contenido sustancial, desposeídos de nuestra sustancia simbólica, con nuestra base genética manipulada, seres que vegetan en un entorno inhabitable. Esta triple amenaza a todo nuestro ser nos vuelve a todos, en cierto sentido, proletarios, y la única forma de no convertirse en ello es actuar de antemano para prevenirlo.
Lo que mejor condensa el auténtico legado del 68 es la fórmula Soyons realistes, demandons l'impossible! ("Seamos realistas, pidamos lo imposible"). La verdadera utopía es la creencia de que el sistema mundial actual puede reproducirse de forma indefinida; la única forma de ser verdaderamente realistas es prever lo que, en las coordenadas de este sistema, no tiene más remedio que parecer imposible.
Slavoj Zizek es filósofo y psicoanalista esloveno y autor, entre otros libros, de Irak. La tetera prestada y Estudios Culturales. Reflexiones sobre el multiculturalismo (junto a Fredric Jameson). Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia.
Artículo publicado el 5 de mayo de 2008 en el diario El País, sección “Opinión”: http://www.elpais.com/articulo/opinion/Mayo/68/visto/ojos/hoy/elpepiopi/20080501elpepiopi_12/Tes
Algunas consignas de mayo del '68: http://www.dim.uchile.cl/~anmoreir/ideas/graffiti.html
Y para los que les llegó este artículo, pronto se vendrá un post sobre su correlato en la arquitectura.
Patricio De Stefani C.
www.aparienciapublica.org
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AMERICA has a rest, where you want to be
2 comentarios:
Sobre este interesante tema está lo sucedido en la´Universidad Católica de Valparaíso a partir de1967. Acá dos escritos:
Manifiesto junio 67
http://www.amereida.ucv.cl/pag_cont/cont_tf/con_ca/manifiesto.html
De la Reforma
http://www.ead.pucv.cl/1969/de-la-reforma/
A pie de página, algo que me llego hace poco a mi mail d eparte de pablo klimpel (colectivo muro):
Les hacemos llegar el link y la publicación del colectivo "CRISI" de Cataluña. Unos de los Compas de Cataluña, llevo a cabo una acción de expropiación directa de $492.000 euros 39 entidades bancarias en créditos personales y a través de una empresa ficticia. Lo que pone en jaque el concepto reificado del "capital" en la actualidad, en relación con la realidad "tecnológica-virtual" de los flujos transaccionales. Y deconstruye las "crisis" mundiales que nos hacen "creer" como "verdad". Claro que hay que ver las condiciones de nuestra "realidad" local latinoamericana.
¡Difundalo!
Este es el link: http://polaris.moviments.net:8000/es
Y los artículos de la revista:
-El 95% del dinero es creado por bancos privados
-La crisis energética global, definitiva a causa del pico del petrolio.
-Pan para hoy, hambre para mañana
-He "robado" 492.000 euros a quienes más nos roban para denunciarlos y construir alternativas de sociedad.
-Enlaces de los movimientos sociales
-La banca invierte en guerra y destrucción del medio ambiente
-Los poderes económicos, inmunes a la acción de los tribunales
-Bancos y cajas financian según sus propios intereses a los partidos políticos del Gobierno y la oposición
-BBVA, BSCH y La Caixa financian con cómodos créditos El País, el ABC, El Periódico, La Vanguaria y RAC1
-Los movimientos sociales construyen alternativas al sistema dominante
-Movilizaciones y luchas sociales de la actualidad
-Construir otra sociedad aquí y ahora
-El decrecimiento, una reflexión común de estos nuevos movimientos sociales
-Enredando los movimientos sociales, construyendo contrapoder.
-Las Alternativas colectivas se hacen realidad
-La caras ocultas del poder
-Hagamos visible el gobierno escondido, construyamos otra sociedad
...a proposito del Lehman Brothers y Evo Morales...mmmmm
Nos vemos.
C*
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