jueves, marzo 29, 2007
[AP] Donde estan los ARQUITECTOS? ... instrumentos part 3
Donde estan los ARQUITECTOS?
sabes que cosas ensenan en las escuelas de arquitectura contemporaneas?
... instrumentos de captura, de investigacion y de cultura critica
en epoca de subastas urbanas las condiciones del mercado arquitectural pasan por las mismas condiciones de apremio ilegitimo que expropian los sistemas del mercado inmobiliarios y que desdibujan los sistemas de barrios urbanos. La perdida de la memoria, la identidad y las formas de organizacion se entrecruzan con los procesos de acumulacion flexible y las inmigraciones de los repertorios epistemologicos de las disciplinas urbanas, espaciales y de las artes que no solo miran y marcan sobre sus zonas de combate ciertos elementos que determinan una accion por determinar, la relacion del sujeto y su site-specific (referencia de rosalind krauss y de rosalind deutche), sino que abren y plantean escenas de lo cotidiano a modo de experimentos y busquedas de lo real, en medio de una cultura de simulacros y pantallazos.
Es asi como antes la serie de reflexiones, que hemos ido elaborando superponiendo las visiones biopoliticas en medio de lo viviente y las formas de vivir, a las lecturas dialogicas que ubican al sujeto, la historia y al lugar como un espacio relacional mas que una conclusion de sintaxis, nos preguntamos a la sombra de la disciplina...
cuales son los INSTRUMENTOS de ANALISIS POSTURBANOS de esta etapa social?
de que manera el campo arquietctura y sus estudios publicos, y prorrateos teoricos dan cuenta de esta operacion dialectica de una vision utopica, e ideologica a su vez?
no será ¿que el objeto de estudio, en el paisaje cultural sufrió un desplazamiento desde la superficie del significado a lo profundo de la representación de la experiencia?
no será ¿que los materiales que antes estaban depositados sobre la obra y sus conceptos, hoy se han vuelto indisociables y han constituido una trama de puntos discretos sobre la cartografía de la producción & representación artística y arquitectural?
CAPTURA
Hacer inteligibles las prácticas proyectuales más que las leyes de formación de las distintas argumentaciones arquitectónicas, nos permite articular cierto tipo reflexiones sobre las estrategias, las ideas, los conceptos y las formas de re-presentación (topografías elementales), que configuran las lógicas proyectuales. Estas reflexiones ya no intentan buscar el fundamento del proceso en la experiencia tipo-morfológica, en el arquetipo como modelo repetitivo o en la retórica lineal de la semántica y su sintaxis como lenguaje arquitectónico, sino en un paisaje de acontecimientos, que surgen y borran, que confrontan, según R. Fernández, un modelo trazado en la historia con un modelo productivo, donde el sujeto heterogéneo y conglomerado articula con sus practicas sociales y constructivas, una pluralidad de los diversos lenguajes de concepción que accionan, un fenómeno de mezcla sobre la búsqueda, del fundar el objeto arquitectónico en sus entre-lazamientos. Dentro de la ampliación del campo de batalla, (ya mapeado) surge el proyecto arquitectónico como constructo de realidad y su representación, como un conjunto de razonamientos de un juego de posibilidades, donde las técnicas de re-presentación proponen un de-velamiento, un proceso de conocer, el cual acciona, como lo anuncia Arq. Jorge Togneri en el libro Hacia Una Epistemología De La Arquitectura, una permanente re-elaboración de la realidad concreta, que asume como objeto de estudio, la relación entre el sujeto que aprende a conocer y el objeto de conocimiento, de esta manera se da lugar al inicio y al desarrollo del proceso de conocer. Estas herramientas elaboran un valor de interpretación de los fragmentos épicos de la ciudad y de lo cotidiano como poética del interés proyectual, esto nos hace preguntarnos que tipos de lenguaje, aparecen en la lectura contemporánea cada vez más fragmentada y sobre-expuesta, si en un momento la forma se caracterizo por entregar una lectura sustentada en el relato, en el espacio y en los nuevos materiales, hoy se retira dando paso a un modelo de la información, a un modelo analítico de la interpretación, que se fundamenta sobre los conceptos de apertura, multiplicidad, fragmentación y diseminación, que se producen y re-producen no sólo en la critica, sino en la filosofía del proyecto arquitectural. A partir de aquí, se hace necesario como lo, plantea R. Fernández, una reconsideración de las relaciones temporales y espaciales del mismo proyecto. Entre el cerco de un horizonte, donde el lenguaje ya no es demostrativo del proyecto arquitectónico, se disuelve una doble estructura técnico-instrumental del proyecto arquitectural, que de-vela, propone y nos permite dar paso a la escritura del producto del proyecto, una gramatología, como diría Derrida, independiente del logos y de la verdad, importa de lo “que”está escrito y como, argumentado desde Foulcaut, este conjunto de conocimientos y técnicas me permiten conocer los vínculos y leyes de encadenamiento.
Esta nueva sensibilidad que des-oculta y de-vela, nos dice el qué y el cómo se piensa el proyecto, es un acercamiento a las condiciones de los instrumentos, como lo plantea H. Torrent en el texto introductorio de la Arquitectura Reciente En Chile, es aquella relación fabricada que pone de manifiesto, una afinidad genérica entre ideas heterogéneas, es la explicación del propio mecanismo creador del proyecto pero ¿qué herramientas aparecen con un valor creativo en este proceso proyectual?
Aproximémonos hacia algunos perfiles borrosos de reflexión:
Collages. Como táctica de transformación semántica-sintáctica que alteran las configuraciones del espacio y su representación, es superponer intencionalmente y simultanear descohesivamente (Federico Soriano)…es jugar con la realidad y la abstracción en dos o cuatro niveles de relaciones distintas. Si nos detenemos a pensar en cual es más real, nos encontramos moviéndonos de la contemplación estética a la metafísica, pues lo que parece más real, puesto es menos imitación…objetos y episodios son importaciones entrometidas y, aunque conservan las matizaciones de su frente y su origen, consiguen también un impacto totalmente nuevo a partir de su contexto cambiado. (Rowe, Colin; Kotter, Fred. Collage City)
Diagramas. Son sistemas de figuras y trayectorias que desarrollan relaciones “espaciales” isomórficas, con la estructura del enunciado, su carácter es topológico y su acción deductiva, es la representación gráfica de un proceso en movimiento, sintetizado mediante compresión, abstracción, simulación, actúa como modo de notación (de análisis, de reconocimiento, y de reflexión) pero también es una maquina de acción (generativa, sintética, productiva), explícita una lógica de acción y dicha intencionalidad del sistema permite referir los posibles movimientos (sus combinaciones) a esquemas de vectores, es un meta-sistema. (Manuel de Gausa); según Foulcaut es una expresión de organización cultural y política.
Ideogramas. desde la lectura de G. Lynn, reflexiona: es una maquina abstracta, la cual puede generar diversas maneras de trabajar, en vez de ser utilizada como una metáfora o una referencia; una posible organización que se manifiestan en ciertos casos como la plasmación de una estrategia (táctica) y de un diagnóstico (diagrama: anuncia): representación sintética que resume reconocimiento y respuesta en un principio de acción; una conceptualización selectiva de la información.(entrevista a Ben Van Berkel revista Quaderns).
Cartografías. Sistemas de referencias que permiten registrar, buscar y constituir las practicas del sujeto en regiones temáticas; modelos de realidad, sobre una producción del espacio; un conjunto de informaciones multicapa “n-dimensiones” destinados a reconocer el entramado de múltiples relaciones ocultas que se desarrollan simultáneamente…son lógicas destinadas a articular la superposición y el cruce de datos, de corrientes, de flujos y de fuerzas, lógicas que introducen la variable temporal, la modificación y la alteración, lógicas surgidas de procesos abstractos mas que linealidades (Manuel de Gausa).
Paisaje de datos. Espacio de investigación, de exploración sobre qué y cuales son las ideas y opciones del proyecto, son soportes conceptuales, son operaciones que podemos leer de los procedimientos; tiene su desarrollo en la noción de densidad…bajo circunstancias extremas, cada demanda, regla o lógica puede manifestarse de forma inesperada, mas allá, que la predeterminación formal o geométrica. La forma deviene de resultados tanto de una extrapolación como de un paisaje de datos neutro. Conectando lo ético con lo normal. Hallando una oportunidad para criticar la norma y lo ético que subyace tras ella, construyendo posibles y nuevos argumentos. La intuición artística se reemplaza, así, por la “investigación” mediante una hipótesis que se observa, extrapola, analizan y también critican nuestro comportamiento (M.R.D.V. Farmax); estos paisajes de datos son el resultado de una re-elaboración, en base de la realidad misma y sus datos que conducen a una idea de espacio mucho más denso, compacto, ajeno por completo a jerarquías espaciales o compositivas. (Pepe Morales)
Lógica proyectual. Son preguntas sobre el dónde y el por qué del momento del proyecto; son operaciones de entendimiento, que sirven para la valorización de las técnicas de investigación; no son consideradas sus estructuras especificas, si las condicionantes que hacen posible su uso.
Es así como, citando a H. Torrent, las lógicas priman:
El objeto.
El proceso del objeto
La tectónica
La situación generada por el objeto
La situación precedente al proyecto
La Experiencia estética
Procediendo como sistemas generativos, concierta autonomía, independencia, de muchas de las circunstancias particulares de los temas, las localizaciones, el programa y el entorno.
Dentro del proceso de concepción son parte y fragmento que se asume en el influjo creativo, buscan diferencia, originalidad y debilidad (Horacio Torrent). Estas especulaciones teóricas, proponen cercar un pensamiento (en su forma instrumental), es la traslación de horizontes autónomos de significado, que nos hablan de un cierto tipo de orden, donde se toma una posición, donde se hace referencia y no se pretende una profundidad sino una intensidad1. Las imágenes de estrategia podrían considerarse como la condición del producto arquitectónico, como procedimientos de la elaboración de una acontecer social (unas practicas sociales como trasformadoras de la materia-programa) que sé convierten en re-presentación del medio; estas estrategias (tácticas) no buscan una interpretación del hecho proyectual, como lo plantea A. Fernández-Alba, sino sus enunciados constituyen, una particular manera de interrogar un proceso, en la forma más especulativa posible donde el objeto de proyecto se convierte en si mismo. El concepto del proyecto asume realidades, múltiples preformativas, entradas simultáneas como producto y proceso en el que convive, la actividad critica, teórica creativa y de proyectación. La re-presentación del proyecto del hecho construible, ya no es la única razón, sino como el proyecto representa su propio proceso de generación, a través de esta función instrumental, hacemos una reflexión sobre el signo representándose sobre sí mismo.
Hoy las estrategias proyectuales, exponiendo a R. Koolhaas, no cumplen una función de anticipar, el proyecto precisamente, sino asume una función de reflexión, de formulación, es la poética del proceso; el proyecto contemporáneo no busca el estado de las cosas, sino su interpretación, al signarle un valor a esta etapa.
Una serie de interrogantes inconclusas se perfilan en los finales del siglo, donde el compromiso de realidad busca su inserción con el producto arquitectural.
INVESTIGACION
La realidad se ha tornado compleja, multi-escalar y de simulación interactiva con manifestaciones ambivalentes, confusas, mestizas que responde a una naturaleza paradójica, como un juego de posibilidades abierto aun tiempo transparente y telemático. Esta transmutación del modelo predicativo a una realidad tópica (poder & producción del espacio) hace estallar en fragmentos, los signos de la ciudad de un horizonte visual a uno táctil, dándole a esta última dimensión, una construcción cualitativa del espacio arquitectural, re-presentados en el montaje propositivo de la observación proyectual y detectando valores imprevisibles en aquellos fragmentos urbanos desprovistos de una carga semiótica. Las escrituras de las transformaciones de los fragmentos urbanos, son posibles reconocerlas en la noción de “saltos de escala2” programática, una ruptura del continuum paisajístico con la arquitectura, planteando procesos de desterritorialización que colocan a los objetos arquitectónicos mediatizando y articulando los diversos espacios de apropiación y de organización, que cualifican el ocaso, el abandono y el desamparo del espectador frente a la realidad urbana. Estas acciones de “saltos de escala” prefijan un modo de aproximación no formalista, sino táctico a la concepción de proyecto, transformando la escala programática doméstica a escala programática territorial (en un posible paisaje de datos): la casa como una ciudad, la ciudad como una geografía3.
Esta medida de realidad escalar, opera a través de las notaciones proyectuales (modelo y re-presentación), que se disponen a modo de situaciones reactivas, un cruce entre relación y acción, además se configuran como un conjunto catalizador de escenarios, donde los cambios de usos, de programa, alteran su propia naturaleza (casa-ciudad-territorio). Es así como este concepto de realidad es la clave para entender un cambio radical en la manera de re-presentar las nuevas ideas4. Por su parte el hombre ya tenga la vocación de la vida o la del pensamiento, está siempre despierto, en vigilia, cuando obra o contempla, como vigilante siempre encuentra en la imagen, de su re-presentación, este mundo circundante para él, en ese momento5.
Estos paisajes de momentos, son una elaboración de la acción productiva del hombre sobre su experiencia, son capaces de provocar un ritmo sensible que transforma la intuición intima en un intelecto crítico. En esta determinada realidad radica su hacer6 (su ser y haber de la arquitectura), un hacer que no se encuentra en las abstracciones espacio-medida-función, sino en la obra, en la problematización de la naturaleza de las cosas (materia-materialización-programa), las cuales construyen relaciones de trayectoria y de figuras, que son arrojadas, unas sobre otras mediante una operación de encuentro y de enlace7, donde la formalidad del de suyo8, de lo aprehendido, de lo propio, de la realidad que es acción y que se hace acto, levanta un sitio de entrelazamiento y que es clave para un paisaje de prácticas sociales como objeto de concebir.
Es así como el proyecto de arquitectura se reemplaza por una forma de pensar y desarrollar la pluralidad9, carácter multiplicador relacionado con la idea de cambio, diversidad y posibilidades de existencias simultáneas; asimismo el proyecto asume las prácticas sociales como dispositivo10, lógica, pauta, mapa o diagrama y el sujeto toma conciencia del contexto instrumental en cual está inmerso.
CULTURA CRITICA
¿Cómo se podrían pensar las relaciones que mantienen las producciones arquitectónicas discursivas, que reiteran su búsqueda en la tipología, la tradición y las sensaciones con las producciones arquitectónicas relativas al programa11 proyectual, a los usos, a la acción, al acto, a las prácticas sociales?
Una primera formulación sobre la gramática de las prácticas sociales, es considerar que los juegos de lenguaje a nivel proyectual, no sólo operan en un horizonte formal, como tipo o modelo, a manera de un conjunto de rasgos externos, que caracterizan un objeto en la construcción del modelo proyectual, sino como sistemas de simulación análogos de productos12, es decir, a modo de espacio o medio que permite el descentramiento y la destranscendentalización13 del sujeto con relación al contexto y la obra. Este sistema de pensamiento arquitectónico ya no busca comprender los acontecimientos por un juego de causas y de efectos en la unidad informe del gran devenir, vagamente homogéneo o estrictamente jerarquizado. Busca establecer las series diversas, entrecruzadas, divergentes a menudo, pero no autómatas, que permiten circunscribir el “lugar” del acontecimiento, sus márgenes de azar, las condiciones de su aparición14.
Otra unidad de observación, sobre esta reflexión reactiva de la arquitectura con la realidad y en especial con el sujeto, puede establecerse por medio del lenguaje operativo asentado en la técnica epistémica (conocimiento de lo real), que nos emplaza en la desaparición del sujeto tradicional que deja de ser un productor individual de significados, por otro que se desarrolla como un conglomerado masivo heterogéneo con perfiles borrosos15, el cual tiene su expresión en el objeto de una tecnificación sistémica de lo social, una “entidad variable y dispersa cuya verdadera identidad y lugar se constituye en las prácticas sociales”(Michael Hays)·. Esta postura tanto, sobre las prácticas sociales y sus lógicas proyectuales asumen un valor exploratorio, en el proceso de la concepción de proyecto como un influjo creativo, que buscan diferencia, originalidad, debilidad16, estableciendo una construcción de sentido al proyecto. Es así como estas intervenciones que se realizan sobre el contorno, se traducen en rendimiento, protección, aceleración o masificación mediante acciones que forman lo que no hay17. De acuerdo a esta determinación, podemos cavilar que la técnica (tecnificación de lo social) nos sitúa en el mundo y ante el mundo de forma simultánea, sin un prozac necesario, enfrentes paralelos desde la cuestión del sujeto y su imagen, cruzando por la creación de una idea de alternativa de espacio en sintonía con dicha imagen y entrelazándolo con un nuevo modelo relacional que se materializa en la propuesta metodológica. El valor experimental de la propuesta metodológica del proyecto, se encuentra en el pensar y un arte como objeto del pensar18 múltiple, diseminado, variable.
Por último estos sistemas proyectuales son capaces de propiciar desarrollos combinatorios evolutivos desde lógicas abiertas19 y además plantear los problemas y la elección de las estrategias: elegir la contemplación ingeniosa o la acción, siempre más escurridiza, más improvisada20.
Este acto permite dar forma y articular la realidad múltiple económico-social, dentro de coacciones objetivas y sub-jetivas (a la vez), que limitan y hacen posible la enunciación del proyecto de arquitectura.
Desde ya el paisaje es una cuestión de códigos, una metáfora epistemológica, que condicionan a observar al sujeto y sus prácticas proyectuales con una mirada volante, limítrofe, que recorre los relieves de las cosas.
Ese relieve que se construye por andamiajes, que conjugan, una suerte de juego caleidoscópico al interceptar al sujeto con su enunciado-objeto, se dejan atraer por un de-velamiento del lenguaje, por un “pensamiento del afuera”22, que no se limita en su carga de significante-significado, y no se dirige, ni con la verdad de lo que se dice, ni los valores o los sistemas representativos que se utilizan, ya no es un discurso ni de comunicación de un sentido, sino una exposición del lenguaje en su ser más salvaje, pura exterioridad desplegada.
Este tipo de lenguaje contemporáneo que tiene lugar en el pensamiento, contiene una relación con el proceso de concepción de lo arquitectónico, reconociéndose en la negación del interiorismo máximo (metáfora-referencia), y buscando en la lectura de la realidad, una caja de herramientas, citando a Foucault, esta caja de herramientas, es el conjunto de encargos, es la constante acción sobre las palabras y las cosas, sobre las nociones con las que abordamos los problemas de significado y lugar, pero también una permanente interrogación sobre los modos con que capturamos estas cuestiones, a través de los lugares y los significados.
”Estas” arquitecturas de capturas no postulan, ni siquiera afirman categóricamente, sino que proponen, tantean incluso juegan, sin pretender discursos universales, “hoy la perplejidad se manifiesta como un modo honesto de colocarse ante las cosas, tan complejas y cambiantes, tan acompañadas de publicidad ruidosa y de mensajes especuladores.”·. Eso buscan estos sistemas de re-presentación y de concepción, una escapada del modo de ser del discurso, sus elementos se desarrollan a partir de si mismos, formando una red, es un espacio en que cada punto es distinto a los demás, a distancia incluso de los más próximos, es un espacio que los contiene y los separa al mismo tiempo. Es una arquitectura que ubica su lenguaje alejándose lo más posible de sí misma y si al estar “fuera” de si misma pone al descubierto al mismo ser, es posible que la franqueza revele una distancia más que un doblez (pliegue), una dispersión más que un retorno de los signos sobre si mismos. El sujeto no es tanto el lenguaje, sino el vació que se encuentra enunciando por esta desnudez del “hablar”23. Esta llamado este lenguaje a desatarse en el terrorismo del cuerpo y en el pensamiento, abandonado la exterioridad de la conciencia, deviniendo en el discurso del limite (proyectual), al intervalo de lo neutro, al intersticio de las imágenes, donde sus figuras se dibujan únicamente en la existencia de lo cotidiano y del anonimato, no son nunca ellas mismas, sino el vació que las rodea, el espacio donde se encuentra sin raíz y sin zócalo24, así pues es lo ficticio no se encuentra jamás en las cosas en los hombres, sino en la imposible posibilidad de aquello, que está entre ambos: encuentro, proximidad de lo más lejano, ocultación absoluta del lugar donde nos encontramos, la ficción consiste no en hacer ver lo invisible sino en hacer ver hasta qué punto es invisible, la invisibilidad de lo visible25.
A lo mejor podría reflexionar aun más rápido, si pensara en vez de hablar, sin embargo la experiencia desnuda mi palabra, la palabra vuelve al comienzo hoy amigos nos situamos en el retorno de lo real.
Jose LLANO
editor apariencia publica
www.aparienciapublica.org
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1. Torrent, Horacio. Arquitectura Reciente En Chile. Lógicas Proyectuales. Ed. ARQ., Santiago De Chile 2001.
2 Bru, Eduard. Coming From The South. Ed Actar, Barcelona 2001
3 Ibíd. Nota nº 2. pp. 4.
4 V.V.A.A. Diccionario Metápolis Arquitectura Avanzada. Ed. Actar, Barcelona 2001.
5Spengler, Oswald. La Decadencia De Occidente. Ed. Espasa-Calpe, S.A. Madrid 1958. (décima edición)
6 Morales, José Ricardo. Arquitectónica, Ed. De La Universidad De Chile, Santiago De Chile 1969.
7 Ibíd. nota nº 1. pp.15.
8 Zubiri, Xavier. Inteligencia Sentiente. Ed. Alianza, Madrid 1981
9 Ibíd. nota nº 1. pp.15.
10 Ibíd. nota nº 4, pp.499.
11“el proyecto es el signo perceptible a los sentidos como proyección de un posible estado de las cosas. El diseño del proyecto es otro signo mediante el cual se expresa el pensar arquitectónico y el proyecto mismo es el diseño en la relación proyectiva con la arquitectura. Así la proyección es lo que pertenece al proyecto y no lo proyectado. El proyecto así entendido no es la obra de arquitectura, pro de alguna manera ha de haber alguna relación entre uno y otra, pero tal relación no es externa, sino interna y menos pintoresca; aquí se inserta el lugar de las reglas. Llamo brevemente programa a aquello que hace que un proyecto caiga en arquitectura y no en otra parte; así entendido no es motivo o el tema como se cree.”
Borchers, Juan. Institución Arquitectónica. Ed. Andrés Bello (mathesis), Santiago de Chile 1968, pp. 49.
12 Fernández, Roberto. El Pájaro Australiano. Un mapa de las lógicas proyectuales de la modernidad. articulo extraído de la Revista Astrágalo nº 2. La Geometría De Lo Artificial, pp. 25-37.
13 Vilar, Gerard. El Desorden Estético. Ed. Idea Book, Barcelona 2000.
14 Foulcaut, Michael. El Orden Del Discurso. Ed. Tusquet, Barcelona 1987.
15 Ábalos, Iñaki-Herreros, Juan. Áreas De Impunidad. Ed. Actar, Barcelona 1997.· El cuerpo ha sido “reedificado” desde los sistemas de estudio contextuales hasta la resolución de la tectónica de los proyectos de arquitectura.
16 Ibíd. nota nº 1. pp.17.
17 Ibíd. nota nº 6. pp.25.
18 Suárez, Isidro. El Espacio De Las Artes. Artículo extraído del libro: V.V.A.A. El Espacio En Las Ciencias. Ed. Universitaria, Santiago De Chile 1982, pp. 249-271.
19 Ibíd. nota nº 4. pp.374.
20 Ibíd. nota nº 15. pp.191.
21 Ibíd. nota nº 1. pp.15.
22 Foucault, Michel. El Pensamiento Del Afuera. Ed. Pre-Textos, Valencia Julio 1997.· De Solà-Morales, Ignasi. Diferencias. Topografía de la arquitectura contemporánea. Ed. G. Gili. Barcelona 1995.
23 Ibíd. nota nº 22. pp.25.
24 Ibíd. nota nº 22. pp.27.
25 Ibíd. nota nº 22. pp.29.
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2 comentarios:
Es cierto que la borrosidad del campo del quehacer arquitectónico contemporaneo ha perfilado una serie de deformaciones en el mismo arquitecto, las cuales se han visto traducidas en una serie de nuevas herramientas par poder generar majores "aparatos de captura" para la comprension del medio , ya no nos basta el croquis o el analisis perceptivo descriptivo para poder completar un juicio sobre algo, ni la forma es indice de si misma en el dia de hoy...entonces de que nos podremos hacir para seguir hacia adelante, mas que un tema a plantear creo que es una pregunta por responder.
Los paisajes de datos, los collages, los ideaogramas, todos son recursos ulteriores frente a la imposibilidad de re- presentar lo visto...en que momento el arquitecto dejo atras su propia capacidad para poder trasnformar en arquitectura sus observaciones, en que momento la realidad superó a la disciplina?...o es que nunca hemos sido capaces de crear una "ciencia" o entendimiento sobre la misma arquitectura que de verdad se desarrolle y pueda evolucionar más alla de sus pirpios instrumentos, sobre la disciplina
Muy interesante post, felicitaciones su pag tambien tine una muy buena propuesta,mucha suerte.Saludos desde Perú
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