jueves, octubre 04, 2007

[AP] EL COLOR LOCAL de PETER KROEGER / VIÑA DEL MAR


EL COLOR LOCAL de PETER K

Cuando Marcelo del Campo espetó que los pintores eran adictos a la trementina, no solo estaba haciendo gala de su malhumorado sentido de la ironía, sino que estaba marcando una conveniente inflexión en el arte del siglo XX, que lejos de marcar un antes y después de la pintura, marcó una posteridad para los que, huérfanos de esa adicción, tuvieron que sufrir el pálido síndrome de la abstinencia. Muchos años después, los pintores de un lugar muy lejano comenzaron a saber de ese síndrome. De hechos algunos lo internalizaron como si fuera propio, resultando ser enfermos más imaginarios que el de Molière: esos enfermos imaginarios que padecen su impostación en beneficio del fármaco adecuado a sus expectativas. Fue así como en ese lejano lugar comenzaron a cohabitar, no sin dificultades y asperezas, los pintores adictos con los abstemios, los pintores ocasionales con los sociales, los pintores en recaída con los deprimidos, los pintores arrepentidos con los culposos… en fin, toda una gama de patologías, en donde lo único que quedó claro es que la pintura no había muerto.

De entre todos los pintores de ese lugar, hace unos años tenemos a uno anidado entre nosotros, al que muchos lo conocen solo por aquello que hace sin parecer que sea pintura, al punto que de tan cerca que lo tenemos, a muchos se nos olvida, a veces, que es pintor. En el contexto de esta exposición, así como de las otras antes que esta y las que de seguro vendrán, él solo reclama el derecho a la posibilidad de pintar, dejando que su adicción fluya con una sobredosis de trementina, misma que le permite hacer unas pinturas que transitan entre la aguada y el óleo, entre el guache y el acrílico. Es decir entre la mancha, la superficie y el borde.

Es ahí donde el color local reclama al menos dos lecturas.

Primero la más cercana para todos aquellos que están familiarizados con la pintura como práctica, y que tiene relación con las zonas iluminadas del espacio pictórico, mismas que vienen de una tradición rememorable hasta Burchard.

La segunda dice relación con la manera en que el paisaje habilita una mirada sobre el lugar.

Esto ultimo es lo que convoca el color local de Peter K, que opera como una sinestesia confesa donde en el paisaje activado por la mirada se ven temperaturas y se superponen capas de visibilidad sobre ellas. Aquí se instala la pregunta de pintura. Ya que mientras en el paisaje donde hay alguien es siempre pasado, donde el que mira somos nosotros en el cada vez de su retorno, en el paisaje donde no hay nadie ¿quien es el que mira?

Marcelo ¿cómo te quedó el ojo?

José de Nordenflycht
(entre Mantagua y el Cerro Santo Domingo, septiembre 2007)

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EXPOSICION
GALERIA DE ARTE MODIGLIANI, TIENE EL AGRADO DE INVITAR A USTED, A LA EXPOSICION DEL DESTACADO ARTISTA PETER KROEGER, QUE SE EFECTUARA EL SABADO 06 DE OCTUBRE A LAS 12:30 HRS.

5 NORTE 168
VIÑA DEL MAR

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Jose Llano
Arquitecto, Diseñador de Delitos & Coreografo del Deseo
editor aparienciapublica
www.aparienciapublica.org
http://aparienciapublica.blogspot.com/

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AMERICA has a rest, where you want to be

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